by Gabriel Carrión, escritor.
La última entrada en esta web se hizo en mayo de 2020, con el Covid en todo su apogeo. Hoy con más casos, sabemos más cosas. Derrotados los terraplanistas, con una campaña orquestada desde las farmacéuticas de los de siempre, ahora la consigna es «la ciencia nos va a salvar». Periodistas empoderados, entregados desde los púlpitos televisivos de las mañanas, las tardes y las noches a los científicos crecidos, inflados, enchidos de EGO que se pavonean sobre lo bien que lo están haciendo ellos y los suyos, no observan ni un ápice de sentido crítico, una pena.
¿Donde se han quedado las listas de espera por las cuales se manifestaban los sindicatos antes de la pandemia? ¿Por qué ya no se atiende a los pacientes en atención primaria en muchos ambulatorios? La ciencia telefónica ha adelantado que es una barbaridad. Ahora un médico puede estar tomando su caldo de pollo en un restaurante de Burgos y recetando un medicamento para los dolores del abdomen a una señora en Ponferrada. Y si no somos sanos es que no somos dignos. Y quien no tenga teléfono que se joda y quien no tenga dinero, que se muera.
«La ciencia nos va a salvar» porque va a crear una vacuna, de la que no sabemos nada, que nos inmunizará no sabemos cuanto, y en la que habrá que gastar lo que no tenemos. El Estado que somos todos se endeudara todavía más. Y pagará a las farmacéuticas miles y miles de millones de euros y se quedaran sin atender tantas y tantas miles de personas que muchos morirán, eso si de COVID, porque claro, sale un Ministro o un Técnico o un Médico y nos hablan de los muertos y sus sacos rotos, donde cabemos todos. Nos sale un grano en el culo, el COVID; una diarrea, el COVID; y luego vienen un terraplanista como Bosé y dice lo que le salge de los cojones, y llegan los sabios de siempre, los científicos, aquellos del «proyecto Manhattan» con su bomba atómica, los científicos del plan final del nazismo y su eugénesico programa, los científicos de la Psiquiatría con unas cloacas tan inmundas e infestas que da vergüenza asomarse a su historia y le dicen a Bose, que no ha matado a nadie, que canta de puta madre; que es un sinvergüenza por arengar a las masas, por decir en definitiva lo que le salga de los cojones, repito. No lo dice acaso la Organización Mundial de la Salud, gran culpable de muchas de las cuestiones que están pasando. La OMS, sin tener ni puta idea, esconde sus vergüenzas detrás de unas siglas sin valor ya para muchos y nos dejan huérfanos de libertad para poder decir lo que nos apetezca. Joder que la tierra es plana, y qué. No son más los que creen en fábulas religiosas a cascoporro.
Yo no me creo que la ciencia nos vaya a salvar, si acaso los que rigen los destinos de la ciencia deshonesta y sus voceros, que son muchos, nos cobraran. Por que si paga el Estado no olvides que pagamos todos.
¿Existen científicos honestos? Muchos. ¿Existen terraplanistas honestos? Muchos. No olvidemos otras épocas cuando a Galileo, Giordano Bruno y tantos otros, eran conducidos al cadalso de la hoguera o de la infamia por contarle a los científicos incómodas verdades. De todas formas vamos a seguir informando y si les parece con datos, muchos datos de como se las gasta la ciencia. Ah!! y trataremos de dar las fuentes de donde salen esos datos para que ustedes puedan seguir de cerca nuestra historia. Este, de momento, es uno de esos pocos sitios donde podemos hablar.
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